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Dedicatoria Quisiera dedicar este libro a mi madre y quiero devolverla de esta manera un parte del amor que me donaba. Sé que hubiera sido mi lectora más apasionada y así escribí este cuento en el estilo que amaba tanto. Mando mis saludos a mi madre que está al otro fin del arco iris. Naranja como una salida del sol El quinto día Sara se despertó ya muy temprano y así era aún oscuro cuando se levantó. Hacía mucho frío y por eso Sara decidió andar un poco más rápido. En la oscuridad se orientó segun la estrellas y con la ayuda de las siluetas que pudo ver en la luz de la luna. Era totalmente silencioso y el único ruido que se podía oir era la grava que crujía debajo de sus zapatos. Qué maravilloso es el silencio en la maņana cuando todo el mundo aún duerme. Todo está tan tranquilo. Pensó Sara disfrutando las primeras horas del día. Después de una marcha de casi una media hora las aves empezaron a cantar y también los otros animales lentamente despertaban. En el horizonte ya se podían ver los primeros rayos plateados y lentamente las estrellas desaparecían. La noche empezaba a hacer sitio a un nuevo día que parecía esperar detrás de las montaņas.">